Hasta el momento, el Tenerife se pasea por el grupo I de la Segunda División B sin demasiadas dificultades. A estas alturas de campeonato, son 8 los puntos que saca al Oviedo, segundo clasificado y todo apunta a que no serán muchos los que se le escapen al cuadro blanquiazul de  aquí a que la fase regular termine.

Pero no sólo al grupo de Cervera le va bien. Dentro de él, hay un jugador que merece ser destacado tras la jornada de hoy. Alberto, que debutó la semana pasada lejos de casa, lo hizo esta mañana en el Heliodoro como Pedro por su casa. O como Alberto en su estadio. Llegó al Heliodoro y, más allá de abrir el marcador con su primer tanto con los grandes, firmó una actuación más que aceptable. No se apreciaron nervios, ni tampoco inseguridades. Junto con Bruno, fueron los culpables de que el Real Madrid C no llegase a tirar entre los tres palos a lo largo de los 90 minutos. 

El partido, que podría pensarse como complicado ante un rival que le gusta tener la pelota, un filial, transcurrió con tan pocos sobresaltos que, al menos para los que estábamos en el sofá de casa, llegó a rozar el aburrimiento.

Ahora bien, no es momento de encumbramientos. Sale uno más bueno de entre los nuestros y la misión es cuidarlo, que no se escape y brille en otras galaxias. La victoria contra La Fábrica, como la calificó Cervera, puede significar una de las más importantes de la temporada, pero, cuantitativamente, son sólo tres puntos más. Una victoria que, como detalle curioso, se forjó con siete canarios en el once. (Alberto, Suso, Aridane, Ayoze Pérez, Cristo, Bruno y Yeray)

 Es tiempo de dar la enhorabuena y seguir adelante, que ya habrá tiempo de felicitaciones. Ni tanto ni tan poco. Que no se repita ese error nuestro de subir a un jugador a lo más alto para dejarlo caer desde que haga 20 minutos malos.

La visita al Cerro del Espino la próxima semana no será un caramelito y, si queremos seguir siendo sólidos, los continuos empates de fuera de casa deben empezar a triplicarse.

A pesar de ello, todo apunta a que este es el año, que el infierno, si seguimos a la lógica, va a ser abandonado. Pero todo es posible. Por lo pronto, chicharreros, ¡ a disfrutar!